


Cumplidas ocho fechas de la temporada 2025 de la Fórmula 1, la posición de Alpine es inquietante en el Campeonato Mundial de Constructores. Ocupa el noveno y penúltimo puesto con 7 puntos, uno más que Sauber. El equipo de Franco Colapinto por ahora no tiene en el A525 un auto para pelear por la mitad de la tabla.
Si bien su sexta colocación en el certamen anterior se basó en el doble podio que consiguieron Esteban Ocon (2º) y Pierre Gasly (3º) en Brasil, en la segunda mitad de la temporada pasada se vio un salto de la escuadra con sede en Enstone gracias al reingreso de Flavio Briatore, esta vez como asesor ejecutivo.
Este año el monoposto es una pasada en limpio de su antecesor, debido a que el team francés focalizó su inversión el de desarrollo del coche de 2026, cuyo reglamento tendrá un cambio radical ya que serán autos y neumáticos más chicos, con menos carga aerodinámica, que los hará más inestables, y utilizarán combustibles sintéticos para contaminar menos el medio ambiente.
Para que Alpine sea más competitivo en F1, necesita mejorar varios aspectos: uno es su motor, que tiene un déficit de potencia. Por eso hay expectativa de un cambio para 2026 cuando los de Renault sean reemplazados por los de Mercedes. Se suma su rendimiento aerodinámico; tampoco es óptimo. ¿Qué quiere decir esto? Si un auto no tiene una buena penetración del aire que viene de frente ni una óptima adherencia en pista, sufre de inestabilidad y complica su conducción. Estos matices dificultan la tracción y, por ende, la velocidad.
El pasado fin de semana, en Mónaco, en la práctica 1, Gasly (8º) quedó a 7/10 de la punta y Colapinto (19º) a 1,8 segundos. En la FP2, el francés quedó 17º a 1 segundo y el argentino, 20º y último a 2 segundos. En el tercer ensayo, Pierre fue 14º, a 1,2 segundos y Franco 20º, a 1,8s. En clasificación ambos fueron eliminados en el primer corte, llamado Q1: Gasly fue 18º a 2 segundos del poleman, Lando Norris (McLaren), y Colapinto 20º, a 2,6s.
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